Estos días he tenido con mi hijo el mayor dos conversaciones muy interesantes a la vez que divertidas. Para quien no lo conozca diré que es el protagonista del relato que publiqué en un post anterior titulado «El cubo». Es un chaval, a sus 17 años, con una lógica aplastante, «casi» todo raciocinio y un futuro gran investigador y matemático.
La primera vino a cuento de la noticia publicada en la prensa de que el terremoto de Chile había movido unos centímetros el eje de la Tierra. Yo dije, como comentario, que nos creemos los dueños de la Tierra cuando en realidad somos rehenes de ella. Aquí es el planeta el que manda, apostillé. Entonces, Alex, en una mezcla de conceptos que le sirvieran para argumentar sus tesis, dijo: Está claro, aquí lo que manda es la naturaleza, la evolución. Yo le miré con una sonrisa y, por esta vez, no le dije nada.
A los pocos días volvió a la carga. Me pregunta: «Aita, ¿vosotros sois dualistas?
– ¿Qué es eso?- le pregunté yo.
– Los que creéis en la existencia del cuerpo y el alma- me respondió.
-Y ¿tu qué opinas?- le pregunté.
– Yo creo que solo existe el cuerpo. El resto, las emociones, los pensamientos, el dolor… no son sino reacciones químicas. Somos fruto de una evolución- me respondió, dicho aquí de manera muy resumida.
– Nosotros pensamos que hay algo más que el cuerpo y las reacciones químicas, – le respondí- es más, pensamos que existen una serie de vehículos que llamamos físico, emocional y mental regidos por el alma, que es el ser supremo y es el que evoluciona- le dije yo- Tu eres como eres por tu bagaje personal, el que traes de tu experiencia en esta familia, en la sociedad, tus genes pero sobre todo tu experiencia como alma de otras encarnaciones.. – Y os juro que me quedé tan ancho.
Y él se quedó un momento pensativo y me dijo: -ya… y antes de que existiera el hombre en la tierra, cuando los dinosaurios … ¿donde estaban las almas?-
Y digo yo… Ante una lógica tan aplastante, esta es una de esas ocasiones en las que lo único que te cabe es aferrarte a tus creencias y decir como el gran Galileo Galilei: » y sin embargo, se mueve». Y pensar que ya nos ha dicho que cuando acabe la carrera de matemáticas igual hace la de filosofía…
A los pocos días volvió a la carga. Me pregunta: «Aita, ¿vosotros sois dualistas?
– ¿Qué es eso?- le pregunté yo.
– Los que creéis en la existencia del cuerpo y el alma- me respondió.
-Y ¿tu qué opinas?- le pregunté.
– Yo creo que solo existe el cuerpo. El resto, las emociones, los pensamientos, el dolor… no son sino reacciones químicas. Somos fruto de una evolución- me respondió, dicho aquí de manera muy resumida.
– Nosotros pensamos que hay algo más que el cuerpo y las reacciones químicas, – le respondí- es más, pensamos que existen una serie de vehículos que llamamos físico, emocional y mental regidos por el alma, que es el ser supremo y es el que evoluciona- le dije yo- Tu eres como eres por tu bagaje personal, el que traes de tu experiencia en esta familia, en la sociedad, tus genes pero sobre todo tu experiencia como alma de otras encarnaciones.. – Y os juro que me quedé tan ancho.
Y él se quedó un momento pensativo y me dijo: -ya… y antes de que existiera el hombre en la tierra, cuando los dinosaurios … ¿donde estaban las almas?-
Y digo yo… Ante una lógica tan aplastante, esta es una de esas ocasiones en las que lo único que te cabe es aferrarte a tus creencias y decir como el gran Galileo Galilei: » y sin embargo, se mueve». Y pensar que ya nos ha dicho que cuando acabe la carrera de matemáticas igual hace la de filosofía…
Habrá que andar con pies de plomo cuando se conversa con Alex!!!
Ciertamente, aplastante.
Y sí, diremos lo de Galileo o lo de las meigas.
Un abrazo
muy de acuerdo con Alex. Tenemos una mania muy insistente de dividirlo todo en cachitos para comprenderlo. el alma, espiritu, cuerpo, mente, corazón… todo es lo mismo. somos partículas vivas, dentro de una particula mas grande q es la tierra, dentro de otra particula que es el universo…. (es lo q creo)