Aquí estoy de nuevo. He regresado después de un tiempo sin escribir. La verdad es que nunca me he ido. Igual que en mi Club de las Contadoras de Historias. Porque no os lo había dicho, pero he vuelto a encontrarme con mis amigas, con las que he compartido tantas aventuras, historias de amor, de penas y de alegrías a traves de un trozo de papel y unos trazos llamados palabras. Y con mis queridas Maestras, de las que tanto he aprendido y seguiré aprendiendo. Porque he vuelto a recuperar un hueco en ese lugar tan especial y que ya echaba de menos, en la calle Fika.
¿Y sabeis porqué? Porque he sido capaz de darme cuenta y distinguir lo que es necesario, lo que es importante y lo que es absolutamente imprescindible en mi vida.
A veces no es fácil distinguir una cosa de la otra. También es verdad que, cuando lo necesario se convierte en imprescindible, se suele perder la conciencia de lo que es realmente importante y esto deja de tener sentido.
Parece un galimatías, pero es muy sencillo. Lo necesario, en mi caso, es alimentarme, dormir, tener un trabajo más o menos digno, una casa… algo que tengo que reconocer que está mínimamente cubierto. Lo importante es la familia (los hijos, la pareja, los padres y hermanos), el ser consciente y sensible, a los que sufren, a las injusticias. Lo importante es ser capaz de rebelarte contra ellas, encontrar tu espacio donde luchar y compartirlo con otras personas que piensan como tu. Gracias a Dios, también lo tengo.
¿Y lo imprescindible? Para mi es tener ese espacio liberado donde hurgar en mi espíritu, sacar a flote mi propia identidad, mi yo interior, mi propia sensibilidad. Disfrutar de ese lugar sagrado que me va a permitir sacar lo mejor de mi mismo para ser consciente de lo que es importante, y de lo afortunado que soy por tener lo necesario.
Ese lugar está en un papel y un boligrafo. Está en ese espacio materializado en esa calle, con esas compañeras de las que tanto aprendo y a las que tanto me gusta escuchar. Y es alli donde he regresado, a un lugar imprescindible, importante y necesario.
Dejadme que os regale esta oración, aunque alguien dirá que es un poema. Total, al fin y al cabo es lo mismo una cosa que otra. Porque se trata de que lo imprescindible sea importante para que se convierta en necesario.
VIVIR EN LIBERTAD
Quiero respirar cada soplo de aire.
Quiero sentir en el rostro
El calor del rayo de sol cuando amanece.
Volar por encima de las nubes
Y recostarme en el lecho del mar.
Caminar de la mano con mis hermanos,
Sentir la suavidad de sus arrugas en la piel.
Señor, quiero encontrarte en los ojos de los que sufren,
Buscarte en el dolor del niño que muere cada día
Y la madre que sufre de pena.
Porque su libertad es también la mía.
Quiero seguir la Luz de tu Espíritu
Mientras ilumina mi alma.
Quiero caer para volverme a levantar,
No tener miedo a la oscuridad ni al frio de la noche.
¡Oh Señor!, enciende el fuego de mi corazón
Para que me de calor.
Prende la llama de tu vela para que me alumbre.
Quiero estar con la gente que sufre,
Compartir con ella mi calor y tu luz,
Porque solo así podré vivir en libertad.
Txema O.
Gracias Txema (y a todos los otros).
Un abrazo,
Valentxu.