A lo largo de transitar por esta vida, uno va conociendo personas diferentes, con caracteres diferentes, sensibilidades diversas. Todas y cada una de ellas me aportan muchas cosas y de todas ellas aprendo otras muchas, incluso de las que, en apariencia, vienen a tocarme las narices. Digo en apariencia, porque estas últimas en realidad me ponen delante del espejo mis miedos, mis dudas, mis sombras… para que sea consciente de ellas y las supere.
Pero hoy no quiero hablaros de ellas, sino de las que son seres de luz que me iluminan, me acogen, me envuelven en su magia y su ternura y sacan lo mejor de mi mismo. Y cualquiera que sea el ámbito en el que me mueva, siempre habrá alguna persona de estas que estará ahí conmigo. Ahora mismo tengo varios ejemplos junto a mi. Algunos cercanos, otros algo más lejos en lo físico pero con todos unidos por diferentes conexiones energéticas. Da igual en qué ámbito estemos: social, político, espiritual, personal, creativo, musical… ahi están.
Y hoy, celebrando el solsticio de invierno en el que la oscuridad cede ante la Luz, permitidme que me fije especialmente en una persona especial por su entrega y generosidad. Mi amiga y compañera en mi coro Izar Gospel, María Mañeru. Y no lo hago solamente por esta razón, que de por sí ya sería suficiente, sino porque además María es un ejemplo de luz en la vida incluso en las adversidades. Y además tiene una sensibilidad enorme a flor de piel. Hace poco ha publicado en facebook una reflexión maravillosa y que con su permiso, os voy a reproducir aquí, porque, como os decía antes, celebrando el nacimiento de la Luz toca dar gracias a la Vida por todo lo que nos da y por poner en nuestro camino a personas como María que son luz en si mismas.
«La vida pasa muy rápido. La vida no es un cuento de hadas ni es de color de rosa; la vida es mucho mejor porque es real; porque no sigue un guion; porque cada día es una sorpresa; tú pintas el color, las palabras, la música que más te gusta. Tú no eliges tú vida pero tú decides el camino a seguir.
Estar vivo es compartir, emocionarse, sentir…aunque a veces duela. ¡Yo quiero vivir!
Tantos momentos, tantos amaneceres, tantas sillas vacías, tantas sonrisas, tantas lágrimas, cada vivencia y cada vida que se ha cruzado en mi camino forman parte de la que soy ahora. Estamos hechos de polvo de estrellas, de sueños, de luz, de trocitos de ilusión que alguien sembró en tí. No llores por los que se van. Todos están vivos en tí. Son parte de tí.
Y tantos años…70!!!, tantas sonrisas, tantas miradas, tantas palabras, la música, los silencios, los abrazos, el cariño; tanta luz; todo esto es la vida; es el mejor regalo y yo me siento afortunada e inmensamente rica. Gracias a la vida!!! ♥️♥️♥️». (Maria Mañeru)
¡Gracias Maria por tu generosidad, tus cuidados, tu alegría y sonrisa eterna! ¡Gracias por ser quien y como eres! Because of who you are!
Una vez más, me quito el sombrero ante la facilidad con la que escribes sensaciones y sobre todo, sentimientos. Me alegra saber que un cachito de mi, está y permanece en tu vida. Gracias Txema.
Doy gracias a la Vida por tenerte en esta encarnación tan cerquita, por lo que juntos nos aportamos, nos completa y nos enseña. Todo un plaSer.
Gracias Txema por tu ilusión y por poner palabras a los sentimientos y a todo aquello que nutre tu vida, una vida que es también la mía y la de todo ser que nace para regalar su particular perfume en este mundo que es de todos porque Dios lo soñó lleno de vida y VIDA EN ABUNDANCIA además….
Orgullosa y agradecida de caminar junto a ti.
Preciosa canción también…(ay la música, que poder de sanación tiene…. Y que acceso tan fácil a la belleza)