¿Desde el 8 de julio sin escribir? ¡Eso no puede ser! ¡Qué descontrol!…
Pero ¿qué estoy diciendo? !Qué desconsiderado! Perdonadme amigas y amigos, porque lo primero que tiene que hacer un anfitrión que se precie es dar la bienvenida a sus invitados, con más motivo después de unas buenas y merecidas vacaciones. Así es, un verano lleno de experiencias, complicado, al mismo tiempo, y con una sensación de corto y largo a la vez.
La verdad es que ya echaba de menos este espacio y a vosotros, por supuesto. Pero, especialmente, anhelaba la sensación de coger un bolígrafo y una hoja, y degustar el olor de la tinta, la textura del papel y el sabor (amargo o dulce) de un relato, una historia surgida de un sentimiento propio. Igual que si fuera un buen vino. Porque cuando escribo, lo hago desde el alma, sin preocuparme si es bueno o no, si va a gustar o no. Escribo por el simple placer de escribir y si, además, disfrutáis leyéndolo, el placer es mayor.
Si se trata de escribir o leer historias propias o de otras personas, yo siempre digo lo mismo: para mi el mejor relato del mundo es el que me gusta a mi en ese momento. Igual que el buen vino. Yo no entiendo de olores afrutados, ni sabores más o menos ácidos o texturas violetas o rojizas. Ni de reservas, crianzas o de año. Abro la botella y me sirvo, lo pruebo, lo saboreo y, si me gusta al primer trago, para mi es el mejor vino del mundo en ese momento (aunque a veces, es verdad, necesite probarlo un poco más). Y si tengo invitados a mi mesa, lo comparto con ellos porque yo pongo en mi mesa lo que creo que es el mejor vino del mundo. Igual que con mis relatos.
Y si a esta mi casa, que es también la vuestra, alguno de mis invitados me trae su relato para compartirlo conmigo, para mi será el mejor relato del mundo en ese momento, y lo disfrutaré en mi mesa. Y, por supuesto, lo compartiré con vosotros y vosotras. Igual que con el buen vino
Así que sean vuesas mercedes bienvenidos y bienhalladas, de nuevo, y disfruten de esta su mesa.
se te ha echado de menos, me alegra tu vuelta… un beso!