Como decíamos ayer…

Aquí estoy de nuevo. Mucho tiempo desde la ultima vez que compartí mis reflexiones. Han pasado muchas cosas desde entonces, mas de dos años. No os voy a hacer un relato de ellas, sobre todo por dos motivos: uno porque no quiero aburriros y dos porque todas han sido para mí experiencias de aprendizaje para afrontar los próximos tiempos futuros. Y es a partir del aquí y el ahora desde el que retomo este espacio. Espero que lo disfrutéis tanto como yo cuando escribo.

Seguramente pensareis que el blog es el mismo, que no ha cambiado nada el estilo, ni el diseño… Sí pero no. El conductor es el mismo pero he cambiado de coche, como diría una persona muy espiritual, para mi importante en esta fase de mi vida por lo que transmite: Emilio Carrillo. El suele decir que nuestro cuerpo físico perecedero es el coche que nos transporta por esta vida y el Alma, que es imperecedera, es el conductor. Con este blog pasa lo mismo. el conductor que soy yo, mi estilo, el diseño… es el mismo, pero el vehículo es otro. En la anterior etapa estaba alojado en Ionos, una multinacional. Pero en mi apuesta personal por potenciar, apoyar propuestas alternativas, desde ahora esta alojado en una pequeña pero gran empresa que apuesta por el software libre llamada Nuberu Digital, de unas buenas amigas asturianas (Pepin, Eva y Kike). También he contado con el inestimable apoyo de otra pequeña empresa que me ha asesorado en la organización del espacio, Donde tu web te lleve (Eva). No se trata de si es mas barato o no que la anterior, lo mismo que tengo la luz con Goiener o cuenta en Fiare. Es mi/nuestra apuesta por un modelo mas sostenible y comprometido socialmente. Además he dejado de dar protagonismo a mi ego y ahora el dominio pasa a ser olletadelmolino.es, integrando a mi familia, tan importante para mi.

Empleando otro símil, que hoy estoy inspirado. Hace unos días tuve ocasión de ver un película, «Amama», en la que se narra la forma de vida tan peculiar del caserío vasco. No os la voy a contar, solo un par de escenas. Cada vez que había un nacimiento en el caserío se plantaba un árbol, de manera que ese árbol marcaba la vida de esa criatura. En una escena, el padre, en un arrebato de ira con su hija, corta el árbol de la muchacha y ella se va de casa. Con el tiempo se da cuenta de su error y se arrepiente, y aquí quería llegar yo. Coge una planta de árbol nuevo y yendo hacia donde estaba el árbol cortado de la hija, le hace una incisión al tronco cortado e injerta ahí el arbolito nuevo que renace. Las raíces son las mismas, la savia sale del viejo árbol, aun vivo a pesar de todo, pero hay un brote nuevo, hay un renacer. Bueno, pues con este blog ha sucedido lo mismo: el árbol es el mismo, las raíces son las mismas y están igual de fuertes (la apariencia es la misma), pero desde mi experiencia de la vida están dando savia a algo nuevo, algo que esta renaciendo en mi interior y que saldrá a lo largo de los próximos tiempos. Y aquí estaré para contároslo. Yo espero que vosotras también estéis ahí para leerme.

Y hay una tercera novedad que os comparto. Hasta ahora tenía dos blogs, uno para los relatos y reflexiones mas intimas, que es el que tenéis ante vuestra mirada, y otro para reflexiones mas políticas o sociales. En esta nueva etapa, he unificado los dos en este. No puedo (ni debo) dividir en dos lo que yo soy, siento y pienso. No es posible una dicotomía entre lo personal y lo político porque ambas facetas de mi vida y mi personalidad son las que me hacen ser como soy.

Cada vez que abráis este blog o leáis algunas de mis reflexiones imaginaros que nos sentamos al calor del hogar y compartimos, comparto con vosotras, mis experiencias, reflexiones, sentimientos y debates