En mi anterior post, contaba yo las maravillas de ser padre y para ilustrarlo utilizaba una situación idílica con mi hija, pero muy real. Quizá os haya parecido una visión parcial, solo la parte «bonita» de la historia. Sin embargo, yo sigo diciendo ¡qué hermoso es ser padre!. Incluso cuando son bebés y no te dejan dormir por las noches en una interminable duerme-vela que acaba a las 6 de la mañana con los ojos totalmente rojos por el desvelo. Incluso cuando tienes que correr con ellos a urgencias a causa de una enfermedad rara que les pone entre la vida y la muerte, obligándote a días y días de estancia en el hospital sin poder despegarte de su cabecera. Incluso cuando te enfadas con ellos porque pasan de los estudios «olímpicamente» y tienes que estar detrás de ellos como un «sargento chusquero» para que hagan los deberes.
Qué hermoso es ser padre cuando ves cómo despiertan sus hormonas y casi basan su existencia en un puro enfrentamiento con sus progenitores, con la sana intención de «matar» lo que ellos significan. Y cuando les ves sufrir de amores y lloras con ellos, aunque no te vean. Y cuando les ves crecer y sientes que empiezan a echar a volar, siguiendo el mismo camino que tú un día realizaste.
Incluso cuando forman su propia familia y comienzan su propia batalla, y te llaman, de vez en cuando, para pedirte «sopitas», es hermoso.
Y cuando pasa el tiempo y te quedas solo porque la vida así lo ha decidido, crees que ya no les importas, que ya no te necesitan. Pero no es verdasd. Es sólo que su propia vida y su propio camino personal les ha atrapado en la misma vorágine que te atrapó a ti cuando eras como ellos y, entonces, te das cuenta de que ser padre es más hermoso que nunca (más incluso que cuando eran pequeños y les arropabas por la noche), porque descubres que has hecho lo que tenías que hacer y, además, lo has hecho bien. Sientes que has vivido dos vidas, la tuya y la de ellos. En definitiva, sientes que, ha pesar de todo, ellos están ahí y que ser padre es lo más hermoso que te ha ocurrido nunca.
Deja una respuesta