Siento como si algo se moviera a mi alrededor, como si un torbellino de sensaciones, experiencias y sentimientos giraran como un vórtice de energías. Cuando la muerte pasa cerca de mi, es como si el viento frío de las estrellas soplara a mi alrededor produciéndome un estremecimiento especial. Incluso para los que estamos convencidos de la existencia de la reencarnación, o los que vemos la muerte como una puerta que se abre a otra experiencia y no como un agujero ciego, incluso para mi, cuando esta se acerca a través de una persona más o menos cercana, como ayer, me recorre el alma ese escalofrío. Especialmente si se me acerca con el rostro de un amigo. Mi buen Rafa. Tantos años compartidos en el trabajo, aunque últimamente no te veía mucho. Con tu aspecto bonachón, sencillo, siempre sonriendo. Sin embargo, el escalofrío viene al pensar que, como yo, estabas en los 50. Cercano en edad. Cercano en muchas cosas. ¿Sigo pensando que la muerte es algo que hay que aceptar como natural? La edad. el tiempo, la juventud… son algo relativo, y cuando descubres que sientes ese escalofrío porque también te puede tocar a ti, es cuando valoras al máximo ese día más que tienes, esos hijos que a veces te hacen sufrir, esa compañera que te sostiene, esos amigos que quedan a tu lado… Valoras mucho más la vida.
Este vídeo es en homenaje a Rafa. Xabier Lete es uno de mis iconos musicales. Otro día hablaré de él. Pero esta canción me trae muchos recuerdos porque habla de poesía, y Rafa era un poeta a su manera. Hasta siempre compañero.
Este vídeo es en homenaje a Rafa. Xabier Lete es uno de mis iconos musicales. Otro día hablaré de él. Pero esta canción me trae muchos recuerdos porque habla de poesía, y Rafa era un poeta a su manera. Hasta siempre compañero.
Deja una respuesta