Esta es una de mis primeras incursiones en la poesía y que menos que dedicarle una a mi hija. La verdad es que refleja lo que un padre siente cuando ve a su hija crecer, hacerse mayor. Yo, sinceramente, lo vivo con mucha ternura, incluso con bastante alegría, pero también con una cierta incertidumbre. Es normal, la princesa deja de serlo para convertirse en reina, la niña crece para convertirse en mujer. Aún así, aún con todo, ella sabe que, pase lo que pase, siempre estaré a su lado.
TU SONRISA Y TUS MUÑECAS
Estrellas y alegrías,
llantos y pañales.
Recuerdo tu nariz respingona,
el chupete caído por los portales.
El primer día de cole,
la aventura de la despedida,
“la selva del Amazonas”,
mes a mes, día a día.
Los primeros sonrojos,
el fuego desbordado
de tu primer amor
en tu pecho anidado.
Has crecido hacia el cielo,
te has llenado de incertidumbre
y al fin, has alcanzado
el sol desde la cumbre.
Ahora te has hecho mayor
de la A a la Z,
pero siempre tendré en el recuerdo,
tu sonrisa y tus muñecas.
Txema Olleta
11-06-09
Txema,
Me ha gustado y emocionado tu poesía.
A mí no se me da muy bien escribir, ya sabes, soy de ciencias. Pero, te obsequió con este trocito de una poesía de Jorge Blajot:
“….no os olvidéis la vida,
mantenida caliente entre los brazos.
No seáis espectadores. A retazos
no la desparraméis por la avenida.
Traedla tal cual es, vida vivida:
doblegada de viento y de zarpazos
arañada; tiesa también con lazos
de paz, de amor, de júbilo prendida…"
Un abrazo,
Isabel
Tienes razón,reflejas lo que siente un padre al ver crecer a su hija.Pero ahora que ha alcanzado la adolescencia tambien tiene su encanto,hablas del primer amor y bueno…aunque dejen las muñecas y se pasen al tuenti, al móvil,al maquillaje,a las salidas y botellones y dejen de ser nuestras niñas,disfrutemos de ellas como mujeres.Como nos dices al alcanzar el sol desde la cumbre,la tuya ya ha llegado, enhorabuena.